Racing perdió y se complicó solo


La Academia tenía que ganar para alejarse del pelotón de equipos que pelea por la permanencia, sin embargo una caída inesperada por 2 a 1 frente a San Martín de Tucumán, rival directo en esta lucha, lo complicó mucho, teniendo en cuenta que ahora los dirigidos por Caruso Lombardi deberán visitar a Colón en Santa Fé y después a Gimnasia en el bosque.
Una multitud acompañó al equipo que hasta aquí, acumulaba ocho partidos sin derrotas, pero nunca pareció encontrarle la vuelta al encuentro. Con un Leandro González jugando como siempre, pésimo; con un Adrián Lucero, que una vez más pasó inadvertido en el partido; con un Pablo Caballero, que vivió más por el piso que intentando generar fútbol, jugadas, espacios, o algo. Con estos tres puntos bajísimos en lo que fue el mal rendimiento colectivo, el equipo de Caruso dejó pasar una gran chance de alejarse definitivamente del descenso.
En Racing, algo de Lucas Aveldaño, algo de Marcos Cáceres, algo de Braian Lluy, y muy poquito de Claudio Yacob y Franco Zuculini, el resto nada, ni fú ni fa. Quedó bastante claro por qué Pablo Lugüercio es imprescindible, nadie abría el juego, nadie se mostraba para la descarga, nadie quería hacerse dueño del equipo. En fin, la pelota quemaba. Y si quemaba contra los tucumanos, y sin ánimos de menospreciarlos, muchachos, que nos espera para los próximos partidos en Santa Fé, La Plata y después contra Boca. Hay mucho por replantearse, de parte del técnico y fundamentalmente de los jugadores.
San Martín de Tucumán lejos estuvo de jugar con los tres delanteros prometidos durante la semana, pero el planteo fue el acertado, Racing se vió maniatado por todos lados. Con dos líneas de cuatro y dos delanteros incisivos como fueron Matías Urbano (lejos, el mejor de la cancha) y Mario Turdó, nunca se alejó de su libreto y cumplió una actuación discreta pero efectiva.

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