Racing Club IV

Por Sergio Palmas

La Camiseta y sus Colores

Cada socio tenía su camiseta blanca. Con ella podían identificarse en cada encuentro. Pero en una reunión celebrada el 23 de julio de 1904 se dispuso darle al nuevo Racing Foot Ball Club sus propios colores. Hubo tres mociones: utilizar una casaca negra y amarilla, otra verde y blanca y otra azul y blanca. Triunfó la postura de la primera de ellas. Pero no convenció, aparentemente porque estos colores eran similares a los de Peñarol en su disposición, y solo duró una semana. A partir de ahí Alejandro Carbone propuso confeccionar una camiseta a cuadros, celeste y rosa. La iniciativa esta vez gustó. Y aquéllos fueron los colores distintivos del Racing, en los duros años de la primera década del siglo. Un tiempo después llegaría el glorioso tono albiceleste, los colores argentinos.

Más allá de la lógica, más allá de la razón, te entrego mi vida y mi corazón.

Racing Club III



Por Sergio Palmas


La Cancha

El problema de la cancha causó más de un dolor de cabeza. Pero todo se solucionó, con la tenacidad del grupo de hombres que fundó la institución y con la buena voluntad de las autoridades provinciales, Racing Club recibió unos terrenos desolados, lindantes con la línea del Ferrocarril Sud, para construir su canchita. Coincidentemente, esos terrenos de ayer conforman el gran estadio de hoy. Lo curioso es que el debut no pudo resultar menos auspicioso. El rival fue el Club Argentino. En menos de cuarenta minutos de juego, Racing perdía 10 a 0. Entonces el capitán del recién constituido club solicitó la suspensión del encuentro y Racing se retiró de la cancha.

Nace: LA ACADEMIA

Luego llegaron tiempos de grandeza. Racing Club protagonizó la proeza de ganar 7 campeonatos al hilo, insuperable en el mundo. Con un plantel irrepetible en la historia del fútbol argentino. Racing fue mucho más que un equipo de fútbol, más que una institución, fue una escuela, un espejo donde mirarse, un ejemplo permanente de caballerosidad y de buen juego. Contra ese glorioso equipo no pudieron, entre 1913 y 1919, los mejores representantes del balompié criollo. Ni siquiera, representantes extranjeros profesionales que vinieron al país. Algunos de sus jugadores fueron: Ardunio, Saturnino, Ochoa, Reyes, Comaschi, Olazar, Pepe, Canaveri, Ohaco, Marcovecchio, Hospital y Juan Perinetti.